Este curso el Señor nos hace un llamado a descansar en sus brazos. Con el lema «Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor» Salmo 144,15b nos anima durante este año a permanecer, en su alabanza, en la oración, en comunidad, a formarnos más en la Palabra y a confiar en su Obra en nuestras vidas. Él nos hace la promesa de reconstruir a su pueblo, de ser nuestro refugio.
Estáis todos invitados a uniros al grupo los domingos por la tarde para continuar alabando y bendiciendo, levantando nuestra mirada a Aquel que nos amó primero, ¡No te lo pierdas! ¡Bienvenidos!
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